Muchas veces hemos oído y leído sobre el aguijón de Pablo. Los detalles sobre el tema se halla en 2 Corintios:
«Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera; respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí. Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.» 2 Cor 12:7-10
El texto bíblico no indica cuál era ese aguijón en la carne de Pablo. Algunos hablan de problemas en la visión, epilepsia, dificultad para hablar, etc.
En fin, cualquiera que fuera la naturaleza del aguijón, había un propósito de Dios que el apóstol no entendió hasta el momento oportuno.
Como muchas cosas que pasan en nuestra vida y por las que nos lamentamos ignorando cuál sea el propósito de Dios en tal situación.
De todos modos, lo que dice el pasaje bíblico tiene mucho que enseñarnos.
Algo abatía profundamente la vida de Pablo a tal punto que tres veces rogó al Señor para que le quitase aquella espina.
Diría que la respuesta de Dios fue inesperada, y a la vez, una bendición: « Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad.»
Todos luchamos con alguna espina; algo que nos aflige, nos doblega, y como Pablo, aprendemos a depender del Señor y entender que a pesar de sentirnos débiles somos fuertes en Dios.
Propósito del Aguijón
Las sublimes revelaciones y visiones del apóstol Pablo lo podían convertir en una persona arrogante y presumida, y para que no se «exaltase desmedidamente» y no se «enaltezca sobremanera», le fue dada una espina en la carne.
Como puedes ver, hay mucho que aprender de la situación de Pablo. Sin importar de qué manera somos usados sirviendo a Dios, debemos cuidarnos del orgullo mientras recordamos que es la gracia del Señor en nosotros.
Además, me parece muy interesante la manera como Dios obra en la situación del apóstol. Hay dos cosas importantes:
En primer lugar, la intención del enemigo que siempre ha sido dañar la vida de pablo e intentar todas las formas posibles para lograrlo.
En segundo lugar, Dios lo permite con el propósito de mantener a Pablo humilde y dependiente de él.
Finalmente, fíjate lo que quiero resaltar para finalizar este tema: Al enemigo le interesa que seamos arrogantes, así que cuando el pasaje bíblico dice que un mensajero de satanás fue enviado para que le abofetee, en realidad habla del propósito de Dios, que es para que «no se enaltezca». La intención del diablo es destruir.
En otras palabras, el Espíritu Santo quiere que le demos más importancia al propósito de Dios ya que sin importar la intención del maligno la victoria es nuestra.
Bien, ¿Cuál crees tú qué era el aguijón de Pablo? Comenta
Dios los bendiga.
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